Pack de 4 Pelotas Pickleball Komodo Bioball K-40
€11,95 €14,95
El pack de pelotas de pickleball Komodo Bioball K-40 4uds es un pack profesional diseñado para jugadores que buscan durabilidad, control y un rebote consistente en cada punto.
Su construcción optimizada y su diseño perforado permiten un vuelo súper estable incluso en exteriores, manteniendo un rendimiento fiable en entrenamientos y competición.
⭐ Rendimiento constante para jugadores exigentes
Las Bioball K-40 destacan por su equilibrio perfecto entre dureza y control. Su peso uniforme y la distribución precisa de perforaciones aseguran trayectorias limpias y un bote predecible, características esenciales para dominar el ritmo del juego.
🌀 Material de alta resistencia
Fabricadas con un polímero de máxima calidad, estas pelotas mantienen su forma durante más tiempo (casi 5 veces más, según el fabricante, en comparación con otras pelotas, incluso después de sesiones intensas. Su durabilidad superior evita deformaciones y garantiza un comportamiento idéntico pelota tras pelota.
🌤️ Perfectas para exteriores
Gracias a su diseño orientado al juego al aire libre, las Bioball K-40 resisten viento, cambios de temperatura y superficies duras sin perder estabilidad. Ideales para clubes, escuelas y jugadores que entrenan con frecuencia.
Características técnicas
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Pack: 4 pelotas
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Modelo: Bioball K-40
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Uso recomendado: Exterior
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Peso y medida oficiales USAPA
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Material: Polímero de alto impacto
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Perforaciones: Distribución uniforme para vuelo estable
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Durabilidad: Alta resistencia a deformación y desgaste.
🛒 Llévate ahora el pack de 4 pelotas Komodo Bioball K-40 y juega con la fiabilidad que buscan los jugadores de pickleball más exigentes.
¿Qué se sabe de su menor impacto ambiental?
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El fabricante presenta la BioBall como “la primera pelota de pickleball biodegradable del mundo”.
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Según test independientes citados por el fabricante, la BioBall “se espera que se descomponga totalmente en 3-5 años bajo condiciones normales en un vertedero de EE. UU.”, lo que contrasta con las pelotas tradicionales, que pueden tardar “100 años o más” en degradarse.
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Además, la BioBall está diseñada para ser más duradera: una sola pelota puede durar “hasta 5 veces más” que una pelota tradicional — lo que significa menos pelotas utilizadas y desechadas a lo largo del tiempo, reduciendo así el volumen total de residuos.
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En su marketing, se destaca que usar BioBall ayuda “a reducir el desecho plástico” que genera el uso masivo de pelotas de pickleball durante su popularización.
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El fabricante reconoce explícitamente que la BioBall no cumple con la definición de “biodegradable” según varios estándares legales — por ejemplo, según las guías de la Federal Trade Commission (FTC, EE. UU.), que requieren que un producto se degrade completamente en un año bajo condiciones normativas.
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Es decir: aunque la bola tiene un “aditivo acelerador de descomposición” y bajo ciertas condiciones puede degradarse en 3-5 años, esto no garantiza que en cada contexto ambiental (clima, vertedero, microbiología, humedad…) vaya a degradarse con esas garantías. El descomposición depende fuertemente de las condiciones del entorno.
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También advierten que “no hacen reclamaciones de reciclabilidad, compostabilidad, degradabilidad o biodegradabilidad” conforme a estándares federales.
Las pelotas de pickleball Komodo BioBall K-40 — ofrecen una alternativa más sostenible que las pelotas tradicionales: al ser más duraderas, necesitas menos pelotas por cada jugador/temporada; y tras su uso y desecho, su composición permite una degradación mucho más rápida (teóricamente 3–5 años vs. décadas o siglos en plásticos convencionales).
Sin embargo, no es una “bola 100 % ecológica garantizada”. Su biodegradabilidad depende de condiciones específicas de vertedero, y no está certificada como “biodegradable” por normativas de muchos países. Por eso: si la vendes en tu e-commerce, convendría presentar estos beneficios con honestidad — por ejemplo, “desprende menor impacto potencial” o “diseñada para degradarse más rápido que un plástico convencional bajo condiciones adecuadas”, en lugar de afirmaciones absolutas como “ecológica” o “biodegradable 100 %” sin matices.